Participar y promover una economía local, colaborativa y respetuosa es cada vez más común. No es nueva y aunque, amenazada, siempre ha estado ahí, Las buenas noticias son que cada vez hay mas personas conscientes de que para que haya un reparto equitativo de los recursos debemos alejarnos de valores individualistas y con un desmesurado afán de lucro.
Y como toda demanda ciudadana, ésta acaba convirtiéndose en espacio de reflexión y, en esta ocasión, de acción en las instituciones. Nos lo cuenta en el siguiente artículo Victoria Molinero, del Área de Economía Social y Solidaria de Economistas sin Fronteras. Ver enlace